En su primer informe como directora del organismo, Kristalina Georgieva sugirió cambios en seis áreas para países con economías emergentes.

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La nueva conducción del FMI adelantó cuál será la postura que tendrá el organismo para recomendarle a países como la Argentina cómo salir de la recesión y volver al crecimiento económico. En el primer documento oficial desde que la búlgara Kristalina Georgieva se convirtió en directora gerente, el Fondo recomendó a economías emergentes reformas en el área laboral, financiero y de comercio exterior.

La Argentina deberá sentarse con las autoridades del Fondo a renegociar en los próximos meses el acuerdo financiero por U$S57.100 millones. El Gobierno nacional anunció a fines de agosto, menos de un año después de haber firmado el programa, la intención de buscar nuevos plazos para devolver el crédito.

En un informe dado a conocer este miércoles bajo el nombre “Encendiendo el crecimiento en economías emergentes y de bajos ingresos: ¿qué rol juegan las reformas estructurales?”, el FMI planteó reformas en seis áreas económicas para que ese grupo de países pueda recuperar la senda del crecimiento. La Argentina es considerada una economía emergente, e incluso un tramo del informe nombra puntualmente al país.

“Reformas en áreas tales como la gobernanza -organización y alcance del papel del Estado-, las finanzas internas y externas, el comercio, el mercado laboral y de ciertas áreas como electricidad y telecomunicaciones, podría generar beneficios considerables en la actividad a mediano plazo. Un paquete de cambios importantes y completo podría duplicar la velocidad de convergencia entre las economías emergentes y las avanzadas”, explicó el informe.

En ese sentido, marcó que esas reformas podrían “aumentar el crecimiento anual del PBI” sostenidamente durante algunos años. De todas formas, algunos de esos cambios que sugiere el Fondo -particularmente de las regulaciones laborales y de finanzas internas- “pueden conllevar mayores costos a corto plazo cuando se llevan a cabo en los malos tiempos; estos se implementan mejor en condiciones económicas favorables y de forma temprana en el mandato electoral de las autoridades”.

“Las reformas simultáneas importantes en las seis áreas consideradas podrían aumentar la producción en más del 7% durante un período de seis años. Esto incrementaría el crecimiento anual del PBI en más de 1 punto porcentual y duplicaría la velocidad actual promedio de mejora del ingreso per cápita a los niveles de economía desarrollada”, continuó el organismo internacional.

Al referirse a nuestro país, el FMI recordó las reformas realizadas durante la década del 90′, aunque consideró que “el shock económico” de 2001 y “políticas económicas equivocadas” revirtieron su efecto positivo. La caída de la convertibilidad y su efecto en la economía “condujo a una reversión de las reformas anteriores”.

Las áreas en las que el Fondo recomienda reformas son “comercio -aranceles, finanzas internas -regulación y supervisión-, finanzas externas -apertura de la cuenta de capital, es decir el movimiento de ingreso y egreso de fondos desde y hacia el exterior-, regulación del mercado laboral y regulación del mercado de electricidad y telecomunicaciones”.

Respecto a la reforma laboral “una mayor flexibilización de la legislación de protección laboral” que ejemplificó con una agilización de los procedimientos de despido y reducción de indemnizaciones, “aumenta el empleo en casi un 1% en promedio en el mediano plazo”. “La reforma del mercado laboral mejora la rentabilidad del sector formal, induciendo a las empresas formales a expandirse y a las informales a formalizarse”, fue otra de las conclusiones del FMI.

La semana próxima una comitiva del Gobierno nacional se reunirá con autoridades del FMI en Washington y buscarán retomar el diálogo para destrabar el giro de U$S5400 millones que quedó pendiente desde mediados de septiembre. .