Juntos por el Cambio logró 23 de los 26 Departamentos, los tres restantes quedaron en manos de Hacemos por Córdoba.
El Frente de Todos no pudo imponerse en ningún Departamento, ni siquiera en Tierra de Martín Gill.
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Córdoba se pintó otra vez de amarillo con los resultados electorales ocurridos en las elecciones legislativas de ayer. Fue un contundente triunfo de Juntos por el Cambio desde lo numérico, pero también desde lo territorial. Hubo una hegemonía muy marcada al imponerse la boleta que encabezaban Luis Juez y Rodrigo De Loredo en 23 de los 26 departamentos. Apenas hubo tres excepciones: Minas y San Javier en Traslasierra y Río Seco en el norte provincial; los tres quedaron en manos de Hacemos por Córdoba. No hubo triunfos departamentales del Frente de Todos.
Pero dentro de esa ola amarilla que cubrió la provincia hubo un distrito que fue en el que Juntos por el Cambio cosechó el mayor porcentaje de votos: Tercero Arriba. No es un territorio menor porque de allí es el jefe de campaña de esa fuerza política, el intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, que finalmente vio coronada su participación también al lograr el ingreso de la sexta candidata de su lista, la riotercerense Gabriela Brouwer de Koning.
Después hubo una serie de resultados que se destacan por sus particularidades. Hay un departamento en el que el electorado quedó dividido casi en tercios: fue en Sobremonte. Allí hubo un apretado triunfo de Juntos por el Cambio con mínimas diferencias entre la boleta de diputados y senadores, como en casi todos los puntos de la provincia. No hubo marcados cortes de boleta. Lo cierto es que en el departamento del norte las boletas de Juez y De Loredo obtuvieron 34% de los votos, seguidas por las de Natalia De la Sota y Alejandra Vigo, que cosecharon 32,6%, y finalmente las de Carlos Caserio y Martín Gill obtuvieron 31,5%.
En General San Martín también hubo un dato llamativo. Además del claro triunfo de Juntos por el Cambio, con casi 51%, el segundo lugar cambió dependiendo del tramo de la boleta. En Diputados quedó en manos de Martín Gill, del Frente de Todos, con el 20,84%, seguido por Natalia De la Sota con el 20,41%. Pero en la del Senado, el segundo puesto fue para Alejandra Vigo, que le ganó a Caserio con 20,81% a 20,15%. Como se recordará, el compañero de fórmula para el Senado de la candidata de Hacemos por Córdoba era Eduardo Accastello, exintendente de Villa María que se jugaba una disputa particular con Martín Gill.
A la hora de computar los mejores y peores para cada fuerza, ya se dijo que Tercero Arriba fue el más sobresaliente de Juntos por el Cambio, mientras que el peor distrito para esa fuerza fue Sobremonte con el 33,98%, pese a que le alcanzó para ganar por el reparto casi equitativo de votos entre las tres principales fuerzas.
En el caso de Hacemos por Córdoba, su mejor resultado electoral fue en Río Seco, con el 45% de los votos, seguido por Minas y San Javier (los tres en los que ganó) con el 43%. El peor de los resultados para el schiarettismo se dio en Punilla, donde obtuvo sólo el 19,59% de los votos. Apenas mejor le fue en Calamuchita y General San Martín, en donde superó levemente el 20%. En Capital cosechó el 22%.
Por su parte, el Frente de Todos tuvo su mejor performance en Sobremonte, pese a que allí quedó en tercer lugar. Alcanzó el 31,46%. En segundo lugar quedó General San Martín, con poco más del 20%. Al observar cuál fue el distrito más hostil para el kirchnerismo se destaca Pocho, que le aportó apenas el 5,66%; apenas por arriba de esa marca se ubicaron Río Seco con el 6,95% y Roque Sáenz Peña con el 7,84%.
Por último, las mayores diferencias entre primero y segundo se dieron en Punilla (35,86 puntos), Calamuchita (33,99 p.p.), Capital (32,83 p.p.), Colón (32,53 p.p.) y Tercero Arriba (32,06 p.p.), en todos los casos corresponde de Juntos por el Cambio a Hacemos por Córdoba.