El tigrense y el diputado nacional, de licencia por estudios en Estados Unidos, se dejaron ver el fin de semana en un gesto cargado de suspicacias. Alerta en el oficialismo.
De gira por Estados Unidos, Sergio Massa almorzó con el diputado nacional por Córdoba, Nicolás Massot, y reactivó una ola de rumores que, desde hace tiempo, vienen circulando en el mundillo político nacional.
Hace apenas unos meses, Massot renunció a la jefatura de bloque PRO en la Cámara Baja. La razón esgrimida fue la necesidad de radicarse en los Estados Unidos para cursar estudios relacionados con las relaciones internacionales en la Universidad de Yale. Según relata el periodista Ezequiel Spillman en el diario Perfil, “Massa y Massot son amigos hace años y hace al menos cuatro que almuerzan o cenan juntos con frecuencia”.
“El candidato a diputado del Frente de Todos y Massot hablaron de la vida en general, de la familia de cada uno y luego, por supuesto, de política y de la mirada a futuro de cada uno. En términos generales, ambos creen que, de perder el macrismo en octubre, se abrirá un nuevo canal de vínculos entre oficialismo y oposición. Y en ese futuro habrá otros actores políticos. Massa intentó convencerlo de que vuelva a la Argentina: el de Tigre quiere incluirlo en un espacio amplio.
En el almuerzo, Massot le expresó que tanto él como Emilio Monzó, su mentor y quien le dejará su lugar en la presidencia de la Cámara de Diputados al tigrense en diciembre, tendrán una postura constructiva desde la oposición”, afirma el periodista en una nota que se publicó el lunes y alborotó la campaña electoral, sobre todo en las filas del oficialismo, donde desde comienzos de la campaña están intentando contener a la pata del PRO que siempre estuvo más ligada al peronismo, representada precisamente en Emilio Monzó.
En reiteradas oportunidades, tanto Massa como el propio candidato presidencial, Alberto Fernández, hicieron referencia a la intención de incoporar figuras del actual oficialismo a un eventual gobierno del Frente de Todos. En esa dirección, los nombres que siempre suenan para el convite son los de Emilio Monzó, Nicolas Massot y Rogelio Frigerio, cada uno de ellos con una referencia propia que excede a sus pertenencias partidarias de los últimos años.
Más allá de la amistad personal, parece extraño que la imagen de los dos dirigentes que caminaron juntos la 5ta. Avenida, en un contexto electoral, pueda estar cargada inocencia.