Es lo que hicieron saber los abogados que acompañan a los padres del menor. Dicen que tienen pruebas para ofrecer y piden que se los admita como querellantes en la causa.

  Hasta el momento el caso no tiene ni detenidos ni imputados, y suma una recompensa de 20 millones de pesos para la persona que aporte datos sobre Lian.

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  Los abogados que representan a los padres de Lian Gael Flores, el menor de tres años que lleva seis días desaparecido, transmitieron ayer cuál es la creencia que tiene la familia respecto al paradero del menor.

Según indicaron los letrados Darío Baggini y Julieta Giuzio, tanto Elías como Plácida, los progenitores del pequeño, conciben que su hijo fue sustraído y ya descreen de la posibilidad de que haya desaparecido por sus propios medios.

Para Baggini, la teoría de la sustracción, por estas horas, debería ser la línea más sólida entre todas las que se investigan.

En declaraciones a la prensa, el jurista se lamentó no poder tener acceso a la causa para colaborar con la misma, y en ese sentido, dijo que junto con su compañera tienen elaborado un ofrecimiento de prueba que podría ser anexado al expediente y que involucra a organismos internacionales.

“Quiero que se ingrese a la deep web (internet profunda), que se busque por cielo y tierra para que este niño aparezca con vida”, exigió el representante legal de los padres.

Mientras la palabra de los abogados circulaba por medios de todo el país, en los alrededores de la casa de Lian, en Ballesteros Sud, la búsqueda incesante del menor seguía tanto por tierra como por aire y por agua.

Y es que en las últimas horas, a los rastrillajes terrestres, también se le sumó la búsqueda por varios tramos del río Ctalamochita, incluyendo sus costas, hasta donde se llegó siguiendo la hipótesis de que un tercero pudo haber arrojado a Lian al río, casi descartando la posibilidad de que haya llegado por sus medios propios (la distancia entre la casa y el río es de 4 kilómetros aproximadamente).

Por aire también se lo buscaba con drones con tecnología de punta y hasta con un helicóptero que sobrevoló la zona y en el cual viajó el ministro de Seguridad de la Provincia, Juan Pablo Quinteros.

Sin mayores novedades en los alrededores de la “zona cero”, la investigación también seguía su curso con pistas que conducían a un cortadero de ladrillos de Villa María, lugar que habría sido visitado por una curandera jujeña que incluso estuvo en Ballesteros Sud en días previos a la desaparición de Lian.

Al respecto, los abogados de la familia Flores aclararon este jueves que la señora había visitado a Elías Flores para curarle un esguince, contacto que se dio hace aproximadamente 15 días.

Siguiendo el rastro de la curandera es que la Justicia motorizó un allanamiento en la ciudad de Perico, en la provincia de Jujuy, del que no trascendieron mayores informaciones. Sin embargo, sí se conoció que la también llamada “abuelita” fue una de las más de 30 personas que declararon en el marco de esta causa, que es instruida por los fiscales de Bell Ville, Isabel Reyna y Nicolás Gambini.

Hasta anoche, el caso no tenía ni detenidos ni imputados, y sumaba una recompensa de 20 millones de pesos para la persona que aporte datos sobre Lian.

Un ladrillero que vive en VIlla María, a disposición de la Justicia

Este jueves el diario Puntal Villa María tomó contacto con la abogada que representa al dueño de una las dos camionetas que fueron secuestradas en un cortadero de ladrillos que queda a la vera de la Ruta Nacional 9, en Villa María.

Sobre su cliente, que es de nacionalidad boliviana, la letrada María Eugenia Nebreda aseguró que fue citado para que declare durante los primeros días de la causa. “La fiscal le ha tomado declaración en carácter testimonial, pero no está imputado”, aclaró.

La abogada agregó que a su representado le secuestraron un total de seis teléfonos que eran de él y su entorno. “Hemos aportado en un escrito los números de todos los celulares, aclarando a quién le pertenecía cada uno, dimos también las claves de desbloqueo y las cuentas de gmail para acelerar el trámite de peritaje. Nuestra intención es que esto se esclarezca y que ellos salgan de la esfera de esta investigación cuanto antes”, agregó la profesional.

También explicó que su cliente era socio de Elías, el papá de Lian, pero que no tenían contacto desde el momento que la familia Flores se mudó a Ballesteros Sud.

“El papá de Lian trabajó hasta finales del año 2020 y principios del 2021 en el mismo campamento de mi cliente, en Villa María, donde hicieron unos hornos juntos. Después Elías alquila en Ballesteros Sud y se va. La relación entre ellos siguió siendo armónica, no tuvieron más contacto, era una sociedad que se separó en buenos términos, y no se volvieron a ver hasta hace unos ocho meses, en el marco de una reunión de la comunidad de ladrilleros.

Por último se refirió a una causa de trata que pesa sobre su representado y que está relacionada a un procedimiento que realizó el Ministerio de Trabajo en el predio donde actualmente trabaja, a partir de que detectó la presencia de personas de nacionalidad boliviana que no tenían documento.