El Presidente Milei decidió disolver la AFIP y crear en su lugar un nuevo organismo con una estructura “más simple, más eficiente y menos costosa. Para destruir los circuitos corruptos, eliminar privilegios del pasado y optimizar la gestión pública”, según explican desde la Oficina del Presidente de la Nación.
Se espera que esta medida reduzca en un 45% las autoridades superiores y en un 31% los niveles inferiores, lo que implica la eliminación del 34% de la estructura actual de la AFIP.
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El pasado lunes 21 de octubre, el Gobierno de Javier Milei anunció la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) como parte de una amplia reestructuración del Estado, orientada a reducir costos y simplificar la administración pública. En su lugar, comunicaron la creación la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), un nuevo organismo que promete mayor eficiencia y menores costos operativos.
El comunicado oficial difundido por la Oficina del Presidente de la Nación establece que ARCA será una estructura más simple y menos burocrática. Se espera que esta medida reduzca en un 45% las autoridades superiores y en un 31% los niveles inferiores, lo que implica la eliminación del 34% de la estructura actual de la AFIP. Este ajuste generará un ahorro anual estimado en 6.400 millones de pesos.
En paralelo, se llevará a cabo la desvinculación de 3.155 agentes que, según el Gobierno, ingresaron de manera irregular a la AFIP durante la última gestión kirchnerista. Esta cifra equivale al 15% de la dotación actual del organismo. El Ejecutivo considera esta acción esencial para desmantelar la “burocracia innecesaria” que, según el comunicado, obstaculiza la libertad económica y comercial en el país.
Otro de los cambios significativos será la eliminación de la Cuenta de Jerarquización para altos cargos. El salario de la titular del nuevo ente se reducirá de los actuales 32 millones de pesos anuales (similar a lo que percibe un ministro) a un rango de un sueldo de un secretario de Estado.
El objetivo central de ARCA es profesionalizar el ente, optimizar la gestión pública y mejorar la eficiencia tanto en la recaudación como en el control aduanero. Además, busca eliminar los circuitos corruptos y los privilegios del pasado, de acuerdo con lo expresado en el comunicado oficial.
La conducción del nuevo organismo estará a cargo de Florencia Misrahi, quien liderará el proceso de reestructuración, junto a Andrés Gerardo Vázquez, designado como titular de la DGI, y José Andrés Velis, quien será responsable de la DGA.