La estadística se desprende de un relevamiento realizado por la Defensoría del Pueblo de la Provincia.
Según el informe, el 37,3% de las familias que dejaron de adquirir ese producto se volcó a los fideos.
Se economiza a la hora de comprar.
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En el marco de un relevamiento realizado por la Defensoría del Pueblo de la Provincia, el consumo de carne en Córdoba cayó un 50 por ciento.
Esto hizo que las familias cordobesas que dejaron de consumir este producto básico de la canasta alimentaria se volcara al consumo de fideos.
La causa tiene que ver con el aumento en el precio de la carne que hizo que muchos hogares dejaran de comprarla para poder estirar el sueldo hasta fin de mes.
La devaluación, la escalada inflacionaria y la disparada del dólar incidieron en la suba de precios de los alimentos, entre ellos los de la carne.
El estudio hecho por la Defensoría del Pueblo de Córdoba hace referencia a la economía que se hace a la hora de comprar alimentos para el hogar.
Ello tiene que ver con los cambios de hábitos que se han producido en las familias de la provincia, como consecuencia del impacto de la inflación en los precios de los productos de primera necesidad.
El trabajo de campo de la Defensoría del Pueblo señala que los cordobeses dicen “haber disminuido el consumo de lácteos (43,7%), frutas y verduras (41,6%), huevos (39,2%), leche (36,5%) y bebidas alcohólicas (32,6%)” y agrega que “han aumentado el consumo de fideos (37,3%)”.
Además, “el 48 % de las personas escatimó en la cantidad de salidas a comer afuera, en el mismo sentido, la compra de indumentaria cayó prácticamente un 50%, el turismo bajó un 42,3% de los casos, las salidas al cine se redujeron un 38.9% y otras actividades culturales menguaron en casi un 38%”.
Al momento de comprar, el relevamiento sostiene que el 70% economiza en la compra de alimentos y bebidas, el 86,6% busca ofertas o promociones y el 76% sustituye las primeras marcas por segundas y terceras.