Una joven de 23 años se arrojó de un auto en movimiento para salvar su vida, minutos antes de que su expareja impactara contra un camión.
El hombre (46), que murió tras el impacto, la había atado de manos, pero la mujer logró liberarse.
El hecho tuvo lugar en Av. Padre Luchesse, en Villa Allende.
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Este miércoles al mediodía, la avenida Padre Luchesse, a la altura del country San Isidro, en Villa Allende, fue escenario de un hecho de violencia extrema que terminó en tragedia. Un hombre de 46 años, identificado como Ricardo Osvaldo Márquez, murió calcinado luego de que el auto que conducía colisionara frontalmente contra un camión. Una joven de 23 años, que lo acompañaba, logró arrojarse del vehículo en movimiento antes del impacto, salvando su vida.
De acuerdo con testimonio de la sobreviviente, que fue asistida por personal médico y policial en el lugar, Márquez —su expareja— la había atado de manos y la amenazó con quitarse la vida provocando el choque, llevándola consigo. La mujer logró liberarse y saltar del automóvil en un acto desesperado. El auto se prendió fuego tras el choque. Márquez falleció inmediatamente; el conductor del camión sufrió heridas leves.
Este episodio recayó en primera instancia en la fiscal Liliana Copello, y quien luego giró la causa la Fiscalía de Instrucción de Violencia de Género y Familiar, quedando a cargo del Dr. Gonzalo Berrotarán. Habría motivado la situación el contexto de amenazas, coerción y violencia previa denunciado por la joven. La hipótesis principal es que se trató de un intento de femicidio con una modalidad de homicidio-suicidio vehicular.
Esta agresión no fue un hecho aislado, como ninguno de los casos de violencia de género registrados en la provincia. En lo que va de 2025, ya son cinco los femicidios que conmocionaron a Córdoba.
Alejandra Moyano (30) fue hallada sin vida en su domicilio en Unquillo. Su pareja, Fernando Barrera, fue detenido como principal sospechoso. La causa probable de la muerte fue estrangulamiento. El lunes 24, Valeria Laviani (50) fue asesinada en Río Ceballos por su pareja, Walter Bogado, quien se entregó a la policía confesando el crimen. El miércoles 26, Verónica Torres Zorman (29) fue asesinada por su expareja Porfilo Romero en La Granja, quien luego se suicidó. Estos se suman a los asesinatos de Mónica Guardia (61) en Vicuña Mackenna y Silvina Curbello (42) en Monte Maíz, ocurridos a principio de año.
Desde el Observatorio de Mumalá se advirtió que el 80% de los femicidios en Córdoba ocurren en ciudades del interior, lo que refleja una grave desigualdad en la distribución de recursos, políticas públicas y acceso a dispositivos de protección. Además, alertaron sobre un recrudecimiento de la violencia de género vinculado al cierre de organismos estatales, la desfinanciación de programas de prevención, y el crecimiento de los discursos de odio y negacionismo desde sectores políticos y sociales.
Betiana Cabrera Fasolis, vocera de Mumalá, señaló: “Cuando los representantes nacionales niegan la violencia de género, o cuestionan la figura de femicidio como ‘un privilegio’, legitiman los ataques y perpetúan la impunidad. El Estado tiene una responsabilidad indelegable: prevenir, asistir y reparar a las víctimas. Y eso hoy está en retroceso”.
En la misma línea, la fiscal de cámara Laura Battistelli advirtió que el femicidio “no es una patología individual, sino el resultado de un entramado cultural profundamente arraigado en el machismo”. Subrayó que la violencia de género es estructural y requiere una transformación profunda en los vínculos, la justicia, la educación y los medios.
En este contexto de violencia creciente, el caso ocurrido en la avenida Luchesse responden al mismo patrón: el control, la amenaza, el intento de destrucción compartida, la negación de la autonomía de la otra.
La mujer de 23 años fue atendida en el Hospital Provincial de Unquillo, presentaba golpes de baja consideración, fractura de clavícula y algunas quemaduras leves ya que habría intentado socorrer al conductor, según informaron fuentes médicas. También aseguraron que pasaría la noche en el nosocomio como medida preventiva y por estar en shock ante lo ocurrido.
Esta joven que logró salvar su vida es, a la vez, sobreviviente y testigo de un sistema que aún no logra protegerla. Como reflexiona la fiscal Battistelli: “Mientras una mujer escuche y reaccione a tiempo, con una sola mujer que lo logre, eso ya alcanza para que valga la pena hablar y repetir mil veces esto”.
Fuente: Diario Puntal