Ya suma 29 meses consecutivos de caída y anticipan que el esperado “rebote” seguirá dilatándose.

  La teórica recuperación de ingresos no se advierte.

  No hay rubro que le escape a la tendencia negativa.

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El comercio minorista de Córdoba cerrará un año para el olvido, aún cuando le queda por delante una de las fechas más relevantes para el consumo como es la Navidad. Es que el desplome que muestran las cifras de la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom) son contundentes. Empezó en enero con una caída de ventas, medida en unidades, del 12,8% y mostró en noviembre, el último dato disponible, una baja del 11,2%. En el medio hubo una profundización de la crisis que llevó a los porcentajes de caída hasta el 18,7% en marzo. Ese fue el piso, pero 8 meses después, la recuperación sigue esperando y por ahora no se advierte a pesar de que el proceso inflacionario se redujo y comenzó a advertirse la reaparición del crédito para consumo.

Los comerciantes indican que “estacionalmente noviembre es de ventas flojas”, pero la comparación del 11,2% de caída es contra igual mes del año anterior, que ya había mostrado un retroceso del 6% contra el mismo período de 2022.

Es que ya se acumularon 29 meses seguidos de caída en las mediciones del consumo en Córdoba. Hay que remontarse hasta mediados de 2022 para observar un mes positivo, cuando se comparaba contra el consumo del segundo año de la pandemia.

“Abril y mayo fue el piso y a partir de ahí la caída fue siempre menor”, explicó Fausto Brandolin, presidente de Fedecom, intentando encontrar un aspecto positivo en la estadística de la entidad. El dirigente remarcó, de todos modos, que “la recuperación va a llevar unos meses más, básicamente porque algunos precios todavía no se acomodaron”, alertó.

La situación de comparación negativa en los volúmenes de venta no es otra cosa que el resultado de la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos de la gran mayoría de la población. Eso quitó capacidad de compra. Pero luego se agregó, además, el crecimiento de las tarifas dentro del presupuesto familiar, que se llevan una porción más elevada de los recursos y por lo tanto restan fondos para destinar a otros fines.

Por eso, a pesar de que la inflación efectivamente está en retroceso y que algunos salarios empezaron a ganarle mensualmente al alza de precios, el acumulado muestra un saldo muy negativo para los ingresos.

Hay una expectativa hacia la valoración de este mes que comienza porque marcará un punto de comparación con el inicio de la profundización de la crisis, que se dio en diciembre de 2023 con la devaluación y la primera escalada de precios. Por eso se espera que la estadística haga su juego y pueda mostrar una caída interanual para diciembre muy menor a lo que se viene reflejando durante el año. Ya en el último mes de 2023 hubo un retroceso de ventas del 9,4% por lo cual el contraste ahora será contra el peor nivel de ventas. De todos modos, más allá de la estadística, los comerciantes esperan que la actividad empiece a “dar la vuelta” luego de uno de los períodos negativos más extensos que recuerden.