El fenómeno, si bien es habitual luego de períodos en los que el dólar sube más que los precios locales, genera presión para después de las elecciones y se convierte en un factor de presión para 2022.
La decisión oficial de recurrir a la apreciación cambiaria como herramienta para contener el alza de los precios internos no se reflejó aún en resultados concretos y, por el contrario, junio pasará a ser el quinto mes consecutivo en el que la inflación superará al incremento de la cotización del dólar oficial.
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El fenómeno, si bien es habitual que ocurra luego de períodos en los que el dólar sube más que los precios locales, genera presión para después de las elecciones y se convierte en un factor de presión para 2022, en tanto continúe el desfase que desde febrero muestra a los precios subiendo diez puntos porcentuales más que la cotización oficial de la moneda estadounidense.
Si bien en los últimos días el dólar paralelo tuvo un leve repunte que lo llevó a una cotización de $165 (35 pesos menos que el récord del 23 de octubre del año pasado), el oficial minorista se encuentra en $100,25, con un alza del 0,5% respecto del cierre de mayo, por debajo de la inflación prevista.
Al respecto, la consultora Invecq señaló que “si bien mayo fue un nuevo mes en el cual el nivel general de inflación se contrajo respecto del anterior, 3,3% continúa siendo un guarismo elevado”, tanto en comparación con el resto de los países de la región como con los propios resultados de la Argentina en 2020. “Desde octubre del 2020 que la inflación mensual no perfora el piso del 3%, lo que deja un piso de 47% para fin de año en caso de concretarse esta dinámica”, se marcó.
Mayo mostró una desaceleración en el nivel del Índice de Precios al Consumidor, con un 3,3% que, a pesar de ser el registro más bajo de 2021, no impidió que la inflación anualizada de los primeros cinco meses llegara al 59,6%, un poco más del doble que la pauta del 29% con la que se elaboró el Presupuesto.
Invecq evaluó que “la estrategia del gobierno es clara: concentrar los aumentos en la primera parte del año, endurecer los controles de precios, desacelerar el aumento del tipo de cambio y continuar interviniendo en los mercados paralelos”. Pero al analizar esa estrategia indicó como “punto inestable” que “con un tipo de cambio cada vez más fijo, la inflación está lejos de ceder”.
“Incluso, si se analiza la evolución de los tres diferentes rubros de la inflación, la núcleo continúa por encima del nivel general, que esta vez fue armonizado gracias a los precios estacionales que solo aumentaron 1,5%”, destacó, en una descripción detallada de cómo se compuso la inflación de mayo. La consultora dirigida por Esteban Domecq agregó otro dato a su análisis, al señalar que “en adelante las presiones cambiarias sobre la brecha continuarán a partir de una dolarización de portafolios mayor en épocas de elecciones, que parece inevitable en cualquier año electoral”.
En ese contexto, habrá que evaluar las presiones en uno y otro sentido, ya que si bien la dolarización de carteras es previsible, “la acumulación de reservas internacionales en el período de una liquidación histórica” deja “algo más de margen” para que la apreciación del peso no se convierta en un problema para el frente exportador en el corto plazo.
A la acumulación de reservas debe sumársele “los apretones sobre las importaciones” y “un real brasileño que volvió a apreciarse en los últimos días”, indicó la entidad.