Su reemplazante será el economista Miguel Ángel Pesce, quien ya fue vicepresidente del Banco Central durante el kirchnerismo.

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  El presidente del Banco Central, Guido Sandleris, anunció hoy que presentó su renuncia al cargo junto a todo el directorio de la entidad para que el jefe de Estado electo Alberto Fernández pueda designar una nueva autoridad y advirtió: “Lo que viene no es tarea sencilla”.

Señaló en ese sentido que el nuevo gobierno deberá tener “un poco de paciencia” con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para renegociar la deuda, porque el organismo “tiende a ser muy burocrático” para resolver.

El funcionario saliente defendió una vez más la política monetaria de tasa real positiva. Si bien reconoció que la inflación no sólo no bajó sino que aumentó fuertemente, dijo que esto responde a la ausencia de consenso político para establecer medida de largo plazo que den una señal claro sobe cuál será el camino para estabilidad el país.

Sandleris, nombrado por Mauricio Macri en comisión dado que nunca contó con el acuerdo del Senado que exige la ley, dejará su cargo el 10 de diciembre. Será reemplazado por el economista Miguel Ángel Pesce, ex vicepresidente de la autoridad monetaria entre septiembre de 2004 y diciembre de 2015.

“Quienes sean designados contarán con nuestra total colaboración”, dijo Sandleris en una conferencia de prensa brindada este miércoles en la sede del Banco Central, tras definir a los catorce meses que estuvo en el cargo como “un periodo complejo”.

Sandleris se irá junto al vicepresidente, Gustavo Enrique Cañonero; la vice segunda, Verónica Eva Rappoport; y los directores Francisco Eduardo Gismondi, Enrique Szewach y Fabián Horacio Zampone.

“Sé que no han sido tiempos fáciles para los argentinos, nuestra economía sigue en recesión, la inflación se ha elevado y vivimos meses de fuerte volatilidad financiera. Producto de circunstancias adversas y errores cometidos, los resultados económicos están sin duda por debajo de lo esperado”, reflexionó Sandleris.

Reflexiones y algo de autocrítica

Indicó que si se analizan los últimos ocho años, la Argentina está en el podio de los países que menos crecieron y que mayor inflación registraron. “Son años y años de desencantos económicos”, afirmó y reconoció: “Seguro, sin duda, cometimos errores. Fue un contexto de mucha volatilidad y en ese marco se cometen errores. Me gustaría tomar un poco más de tiempo y perspectiva para una autocrítica, pero seguro hubo errores”.

Según destacó, se han corregido algunos importantes desbalances que la economía arrastraba desde hace muchos años: se está cerca de lograr el equilibrio fiscal, que este año será del 0,5% del PBI, y equilibrio externo, de menos del 1% el PBI. “Quizás, haber restablecido estos equilibrios es el mayor logro de este gobierno en el área económica”, sostuvo.

Y agregó: “Decir que avanzamos al haber corregido estos desequilibrios no implica desconocer que estamos atravesando una recesión con alta inflación que se inició hace más de un año y medio”.

Sin embargo, enfatizó la importancia de estar alcanzando el equilibrio fiscal y externo, dado que su ausencia, combinación de condiciones preexistentes y demora en corregirlas, “fue la causa principal de la crisis que atravesamos en este último año y medio”.

Reservas e inflación

El Banco Central tiene en este momento casi el doble de las reservas (brutas) que tenía en diciembre de 2015, dado que hace cuatro años había 24.862 millones de dólares y ahora hay 43.750 millones, según Sandleris.

“Y hay un múltiplo aún mucho mayor de reseras netas”, dijo el funcionario saliente tras expresar su rechazo a revelar cuántos millones de dólares líquidos quedan en la entidad para que el nuevo Gobierno pueda disponer de ellos en caso de alguna nueva turbulencia financiera.

“Está claro que los resultados en términos de inflación no han sido los deseados. Pero la política monetaria prudente que llevamos adelante deja un punto de partida que puede ser aprovechado por el gobierno entrante para el lanzamiento de un plan antiinflacionario”, dijo.

El funcionario dijo también que la política de crecimiento cero de la base monetaria implementada durante casi un año “ha eliminado buena parte del exceso de liquidez que había en la economía”.

A juzgar por Sandleris, el Gobierno entrante enfrentará desafíos importantes: consolidar el sendero hacia el equilibrio fiscal intertemporal, reperfilar la deuda pública y renegociar la deuda pública son algunos de esos desafíos en el corto plazo. “Está claro que esto no es una tarea sencilla”, reconoció.

Dijo que más allá del color político de los gobiernos, hay buenas prácticas como mantener el equilibrio fiscal a donde deberían apuntar las administraciones que se sucedan en la Argentina, porque ello dará mayor estabilidad a la economía.

“Sería un gran paso adelante para nuestro país que la alternancia política no ponga en duda estos principios económicos básicos. Dar este paso constituirá un punto de partida para que la Argentina retome  el rumbo del crecimiento sostenido, la baja inflación y la reducción de la pobreza”, expresó.